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sábado, 24 de marzo de 2012

Rose Hall



   La antigua casa colonial Rose Hall, en Jamaica, es una de las casas embrujadas más famosas del mundo, en ella se esconde un terrible crimen acontecido en 1830 y apariciones fantasmales.

   Es una de las casas embrujadas más famosas del mundo. Además en la zona del Caribe la historia de este lugar es muy conocida por su larga sucesión de hechos de sangre y horror, y apariciones fantasmales que continúan aún hoy en día.

   Según los relatos que han perdurado durante años, el terrateniente John Palmer, el cual contaba con una gran fortuna, se caso con una mujer llamada Annie Mae Patterson en el año 1820.

   Aunque se casaron para ser felices, eso nunca llegó a ocurrir, siendo el propio John Palmer el mas perjudicado, ya que resulto muerto por si propia mujer, la malvada Annie, por medio de un cuchillo.

   Así se hizo la dueña de todo lo que su marido tenía. Desde la casa de Rose Hall, hasta las grandes plantaciones de azucar y la gran cantidad de esclavos que les pertenecían.

   Dentro de la plantación de Rose Hall, Annie Palmer tuvo poder absoluto, y lo utilizaba de forma arbitraria, cruel y sangrienta. En la mazmorra situada en los sótanos de la mansión torturaba a los esclavos indisciplinados con total impunidad.

     La mansión fue construida por el rico terrateniente John Palmer, en el siglo XIX. Palmer conoció a su futura mujer Annie Mae Patterson en 1820, y poco podría imaginar que tras casarse con ella, su joven esposa le acuchillaría hasta matarlo. A John Palmer le sucedieron otros dos maridos; el segundo fue envenenado, y el tercero estrangulado. Siguiendo las órdenes de Annie, algunos esclavos sacaron los cadáveres a través de secretos pasadizos subterráneos y los enterraron bajo la arena blanca de la playa.

   Lo característico de esta historia reside en la gran construcción de la mansión, que le permitía vigilar a todos los esclavos, y en caso de no cumplir con sus obligaciones, la terrible Annie los castigaba, incluso con la muerte.

   Algunas noches la propia Annie, salía a caballo a perseguir a los que no cumplían el toque de queda. Las presas de la amazona eran encadenadas, marcadas a fuego y devueltas a su barracón.

   Infundía temor no solo por el golpe de sus látigos, o el filo de sus cuchillos que manejaba casi a la perfección, sino también por los conocimientos en magia negra, más precisamente en las técnicas del Vudu, todo esto aprendido en Haití, convirtiéndose de esta manera en una gran hechicera.

   De esa forma, infundía a los esclavos un temor que iba más allá de lo físico; podía infligir un daño peor que la laceración del látigo y el dolor punzante del cuchillo. Annie Palmer, la refinada señorita blanca, había aprendido los secretos del vudu, convirtiéndose en una poderosa hechicera.
   Utilizaba su magia contra todo aquel que se interpusiera en su camino, bien fuese un rival en amores o algún vecino molesto, y cuentan que llegó a sacrificar niños para usar sus huesos en rituales.

   A pesar de todo el poder que había generado esta bruja blanca, como la llamaban en aquellos lugares, ese poder no iba a durar para siempre. El parlamento británico votó a favor de abolir la esclavitud, pero estas medidas no fueron llevadas a cabo de forma inmediata, ya que los señores terratenientes trataban de todas formas de alargar y alargar la esclavitud.

   La rebelión de los esclavos llego también a Rose Hall. Al fin la ira fue más fuerte que el miedo: una partida de insurrectos entró en la mansión, subió las grandes escaleras e irrumpió en la habitación de Annie Palmer. Tras matar a Annie, alias la Bruja Blanca, desfiguraron su cadáver y lo arrojaron por la ventana. Un vecino enterró sus restos en una tumba sin señalar, en tres de cuyos lados alguien colocó tres cruces para contener el poder de la hechicera. El cuarto lado quedaba libre, de tal forma que su espíritu podría salir a vagar por la Tierra cuando lo desease.

   Hoy en día, la mansión Rose Hall se utiliza como museo histórico, que se encuentra abierto a todo el público, siendo una de las pocas mansiones que se mantienen, y que se preserva su existencia.

   No solo es visitado por turistas, sino también por investigadores de tipo paranormales, siendo detectado más de 40 espíritus que moran en la mansión; entre los lugares más "cargados" de la mansión, según cuentan los especialistas, se encuentran los sótanos y subterráneos de la mansión, ambientes en los cuales la presencia de las víctimas de Annie Palmer aún pasean misteriosamente.

   En 1931 H.G.Lisser, escribió una novela sobre la leyenda titulada The White Wich of Rose Hall.


  

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